El trabajo en este ámbito se materializa en manuales de comunicación interna que incluyen los siguientes puntos:
Procedimentar la toma de decisiones, seguimiento
y coordinación.
Fomentar la responsabilidad a partir de la participación de las personas en aquello que las afecta.
Creación de órganos de seguimiento eficientes, minimizando el tiempo dedicado a reuniones.
Enriquecer el feedback y facilitar la resolución de conflictos.
Establecer procedimientos para resolver conflictos.
Potenciar el feedback con el fin de convertirla en una herramienta de desarrollo organizativo.
Potenciar la contribución personal y de los equipos.
Facilitar la toma de conciencia del estilo comunicativo propio y mejorarlos mediante planes personalizados.